miércoles, 27 de noviembre de 2013

El uso de las redes sociales como apoyo al aprendizaje

Las redes tecnológicas de comunicación se han convertido en una herramienta que permite el aprendizaje colaborativo e involucra espacios de intercambio de información que fomentan la cooperación. Una de las herramientas más representativas de la Web 2.0, por ejemplo, las redes sociales, no deben ser obviadas para su estudio, ya que su arraigo y fascinación en los alumnos son una posibilidad didáctica enorme; su uso en las universidades de España y de América Latina, en particular en México, es cada vez más notorio. En el Centro Universitario de los Altos de la Universidad de Guadalajara se realizó un estudio con 414 alumnos de las 14 carreras que se ofrecen en esta institución, con el propósito de conocer el uso de las redes sociales como estrategia de aprendizaje. Destacó que 71 por ciento de los encuestados señalaron que las usan para actividades escolares; 45 por ciento, para estudiar; y 42 por ciento para jugar, lo cual muestra la importancia y fuerza que las redes sociales están tomando en el proceso educativo.
¿Qué opinas sobre el uso de las redes sociales como apoyo al proceso de tu aprendizaje?

viernes, 10 de mayo de 2013

Prácticas educativas con tecnologías en educación superior. Interrogantes y perspectivas

Cada vez más se evidencia en los y las docentes universitarios, un discurso según el cual las tecnologías "deberían" comenzar a formar parte del aula. Se reconoce la necesidad de tender puentes entre tecnologías, vida académica y práctica profesional. Concibiendo  puentes en el sentido de articulaciones intra e intercampos disciplinares con rutas que intercomunican ida y vuelta permitiendo entrecruzamientos potentes entre los contenidos académicos y los de la vida cotidiana. No obstante, el "deberían" remite, en algunos docentes al carácter más que nada prescriptivo de la didáctica. Son los casos en que las tecnologías se introducen por ejemplo, por imperativos socio- culturales o por modas pedagógicas. Se entiende que el carácter prescriptivo de estas prácticas reduce el potencial de las tecnologías al asimilarlo a rutinas pedagógicas. 

En otros casos, este "deber ser" remite a razones de tipo normativo. Se vinculan intrínsecamente con preocupaciones por parte de los docentes de los procesos comprensivos de los estudiantes, por los procesos de transferencia, por respuestas de tipo ético; por sus vinculaciones epistemológicas con los núcleos fuertes de las disciplinas. Es decir, con lo que Fenstermacher (1989) ha denominado buena enseñanza.

Estas diferentes ideas comienzan a encontrar eco tanto en la comunidad académica como en los mismos estudiantes que entienden que las tecnologías ya han impactado en sus formas de apropiarse del conocimiento y reconstruirlo en el aula universitaria.  Sin embargo, surgen varios cuestionamientos como: ¿En qué modifican los diferentes soportes tecnológicos (multimedia, videoconferencia, simulaciones, etc.) las estrategias de enseñanza de los y las docentes? ¿Qué vinculaciones pueden establecerse entre la especificidad de los saberes disciplinares y los entornos virtuales diseñados para la construcción del conocimiento? ¿En qué cambian los roles de estudiantes y profesores cuando la comunicación y los procesos de apropiación del conocimiento se encuentran mediados tecnológicamente?, ¿Qué rol le cabe a la tecnología en los procesos de innovación pedagógica en el nivel superior?, ¿Qué oportunidades y desafíos plantea hoy la tecnología en la enseñanza universitaria? interrogantes que, desde su experiencia y reflexiones, se espera ayuden a encontrar buenas prácticas de enseñanza-aprendizaje incorporando la tecnología en la educación superior.